Los seguidores del Rastafari piensan en ello cómo más que
un movimiento, piensan como una religión. Son denominados Rastas y creen
en Haile Selassie I, su Dios, que
liberará aquellos descendientes de la raza africana de la opresión de este
mundo llevándolos a su tierra prometida denominada ‘Monte Zion’ lugar donde
reina la emancipación y la justicia divina de Jah.
Según cuenta en el libro KEBRA NAGAST, en el décimo siglo antes de Cristo. Etiopía fue
fundada por Menelik I, hijo de Salomón y la Reina de Saba Makeda. “Y dióle el rey
Salomón a la reina de Saba todo lo que deseaba, pidiera lo que pidiera, aparte
de lo que le dio de su tesoro real. Y así ella regresó a su país, junto con sus
sirvientes”. Este fragmento es interpretado como el nacimiento de un bebé.
La existencia de falashas (Beta Israel, llamádos así por estar incomunicados de la resta de judíos del Oriente Medio) dio cierto crédito e ímpetu al
rastafari inicial, puesto que parecía validar
la creencia de que Etiopía era Zion.
Se puede considerar que el rastafari sería una escisión de la
Iglesia copta. Algunos rastafaris creen que las traducciones estándar de la
Biblia presentan cambios creados por la estructura racista blanca de poder, entonces reverencian
el texto épico nacional etíopedonde se narra la gloria de los reyes de la dinastía
salomónica en Etiopía, sin embargo, la Biblia no deja de ser uno de los textos
leídos por rastafaris; ya que consideran que como dice Haile Selassie I “la biblia trasciende sin llegar a perder su
esencia”.
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